Cualquiera puede hacer historia; pero sólo un gran hombre puede escribirla". Oscar Wilde

lunes, 9 de mayo de 2011

EL QUIOSCO DEL CÁSCARAS

El quiosco del Cáscaras se situaba en la esquina de la Calle Real con la Calle Convento, frente a Don Manuel el Médico y a la tienda de Pepe el Gordo. Era regentado por Juan Antonio Rodríguez Tovar “ El Cáscaras” y su esposa Trinidad Norte López.
Desde que en el año 1958, le amputan a Juan Antonio una pierna cuando tenía 18 años y el ayuntamiento le concede una licencia para abrir el puesto.
En esos tiempos llenaba el puesto de chucherías con 5oo pesetas, actualmente 3€, una bolsa grande de pipas a granel les costaba 6 pesetas y el vendía una medida en un cartuchito de papel a 10 céntimos de peseta, popularmente conocido por una perra gorda o una gorda,  y el cartón de rubio le costaba a 125 pesetas.
El kiosco era bastante pequeño y en verano para los helados tenía un tanque de salmuera donde los conservaba junto a éste. En la actualidad este quiosco ya no existe.

martes, 26 de abril de 2011

ESCUDO DE CASTILLEJA DE LA CUESTA

Actualmente, Castilleja de la Cuesta está representada por un escudo cortado (fig. 1): "primero, de gules, el castillo de plata; segundo, cuartelado en aspa o sotuer, en alto y en bajo, sendas calderas de oro jaqueladas de gules y grimpoladas, o sea, con siete cabezas de sierpes en cada asa; en diestro y siniestro, de plata, cinco armiños de sable puestos en aspas. Al timbre corona condal", (Decreto nº 2.950/1964).
Es de resaltar que el escudo consta de dos elementos, símbolos fundamentales de la historia de la Villa. Por un lado, el castillo, del que probablemente venga su nombre; por otro, las calderas y los armiños de sable, parte principal del escudo de armas de los Guzmanes (fig. 2) que, como se explica en el capítulo 2, fueron señores de este pueblo durante varios siglos.
Sin embargo, este escudo representa al pueblo de Castilleja de la Cuesta tan sólo desde el 8 de septiembre de 1964, fecha en la que fue otorgado por el Ministerio de la Gobernación gracias a una petición realizada por el Ayuntamiento, a cuya cabeza se encontraba, como alcalde-presidente, Francisco Adorna Rosales.
Hasta esa fecha, el escudo atribuido al municipio y que se remonta al siglo XIX, consistía en un paralelogramo acorazonado, con dos calderas dispuestas en vertical y sobre campo azul, como claro vestigio dejado por los Guzmanes. No obstante, dicho escudo debió caer en desuso hace tiempo, ya que el Ayuntamiento ha usado durante muchos años en sus documentos un sello ,con un castillo de oro sobre campo rojo, cuyo origen viene de que, en tiempos pasados y coronando la cuesta de acceso a esta Villa, debió existir un castillejo, dando ambos, cuesta y castillo, el nombre al pueblo.
Para la Corporación municipal, la existencia de estos dos escudos era reflejo de las rivalidades de los bandos o partidos que existieron en el pasado, quedando en la actualidad algún vestigio, como se demuestra en las dos Hermandades existentes, quienes apasionadamente utilizan los colores rojo y azul en todos sus distintivos y útiles de culto. Sin embargo, consideraban necesario unificarlos, puesto que ambos reflejaban parte del pasado histórico de la Villa.

miércoles, 20 de abril de 2011

Los piconeros

Los piconeros

Piconero en el mantenimiento
del horno
El de los piconeros fue un gremio muy importante en la antigüedad ya que el carbón y el cisco era la principal fuente de energía para la producción de calor para todas las funciones del hogar como cocinar, lavar, planchar, aseo, calefacción (para este fin se empleaba principalmente el cisco de picón que se encendía en el brasero), etc.
Transcribimos los recuerdos que nos ha relatado la hija de uno de los muchos piconeros que existieron en nuestro pueblo basados en lo que su madre, una señora de 78 años, le ha contado. Su padre fue el primero de la familia en dedicarse a este negocio, debido a que en aquella época el carbón era un producto principal para las labores domésticas (guisar, planchar, calentar agua para el aseo, lavar con las cenizas que quedaban del rescoldo de las brasas, etc.), el ser carbonero era un negocio rentable que generaba suficientes recursos para la subsistencia de la familia, aunque como es lógico y por la naturaleza del producto era un negocio negro y sucio.
El abuelo tenía un camión con el que se dedicaba a viajar a los pueblos de la sierra para comprar el carbón y distribuirlo después tanto por Sevilla capital como en nuestro pueblo y algún que otro limítrofe.
Preparación del horno para hacer el carbón
Las poblaciones de Almadén de la Plata, Constantina, Zalamea y algunos otros de aquellas latitudes eran los lugares donde solía surtirse de carbón. Para la elaboración del carbón los trabajadores de estos pueblos podaban las encinas y olivos, principalmente, y la leña cortada era apilada formando unas montañas en la que dejaban un hueco en el centro desde abajo hasta la cima que hace la función de chimenea por donde entraba el aire para ir controlando la combustión interior una que se le prendía fuego, una vez que se prendía fuego se tapaba todo el montón de leña con tierra y se dejaba encendido varios días. Durante el tiempo que estaba ardiendo era preciso que estuviera pendiente el hombre para evitar que se pudiera perder la tierra que tapaba la leña ya que si eso ocurría la combustión no dejaba de ser controlada y aparecerían las llamas perdiéndose el carbón.
Pasados los días oportunos se empezaba a apagar echando agua dejándose enfriar, una vez frío se desmontaba el horno o boliche, que es como se conocen los montones de leña en alguno de los pueblos en los que se produce el carbón, se apaleaba para partir los grandes bloques y se transportaban en unas espuertas, conocidas como seras.
Estas seras se cargaban en camiones que las llevaban a los puntos de venta. Era un negocio que tenía actividad durante todo el año si bien en invierno como es lógico el trabajo era mayor.

miércoles, 6 de abril de 2011

Parroquia de la Inmaculada (Calle Real)

Parroquia de la Inmaculada (Calle Real)  

 Corría el año de 1.400, concretamente el 16 de enero, cuando don Gonzalo de Mena y Roelas (arzobispo de Sevilla) cedió perpetuamente a los frailes de la Tercera Regla de San Francisco, la iglesia parroquial de San Juan de Aznalfarache a la que pertenecía la primitiva ermita de Santa María de la Concepción situada en la Calle Real de Castilleja de la Cuesta, que por aquellos años y hasta el de 1.634 perteneció a la jurisdicción de la vecina Villa de Tomares.
     Ya a comienzos de 1.615, esta ermita fue elevada a parroquia por el arzobispo Pedro de Vaca de Castro y Quiñónez. De enorme importancia fueron las restauraciones llevadas en su arquitectura a mediados del siglo XVIII (1752) y durante el primer tercio del XIX (1834); su fachada principal adquiere su actual fisonomía con la espadaña que se construye a comienzos del siglo XX.
     El templo consta de una sola nave cubierta con tejado a dos aguas, una cabecera con bóveda vaída y la corona la citada espadaña; posee adosadas tres capillas: la Sacramental,  la de María Santísima de los Dolores, y la Bautismal. La puerta se halla situada a los pies. El interior es bastante rico y se encuentra bastante bien conservado. El retablo mayor, procedente del desaparecido convento de Mínimas de la Calle Sierpes de la capital hispalense, es obra de Cristóbal de Guadix, construido entre 1702 y 1706 y es una pieza barroca compuesta de tres calles y una rica decoración resaltando sus columnas salomónicas y las esculturas que se intercalan entre sus espacios. El camarín principal está ocupado por la imagen de la Inmaculada Concepción, obra del escultor Gumersindo Jiménez Astorga de 1878.
     En el muro del Evangelio, mirando al retablo mayor, hay un primer retablo que contiene cuatro imágenes: en el centro se halla una escultura de San José del siglo XVIII; a su derecha una Santa Clara, del siglo XVII, y a su izquierda Santa Inés. Sobre el banco del retablo se cobija en un apequeña hornacina la talla de un Niño Jesús, del siglo XIX, donado a la Hermandad Sacramental por don José Marín Oliver. Más adelante se ve otro retablo donde hay un Calvario compuesto por imágenes de tamaño natural: Nuestra Señora de la Piedad y  el Cristo de la Vera-Cruz, ambos del siglo XVII, y San Juan del XVIII.
     A los pies de la nave se hallan dos hornacinas que guardan una Custodia Procesional del siglo XIX, y la Imagen de la Virgen del Carmen, del XIX. Sobre la puerta de entrada, hay un coro alto, con un órgano del siglo XVIII, procedente de la iglesia hispalense de San Juan de la Palma.
     En el muro de la Epístola se abren las citadas capillas respecto al altar mayor: la primera es la Sacramental o del Sagrario, en cuyo altar se encuentra la imagen de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, obra de mediados del siglo XVIII, atribuida a Ruiz Gijón. Destaca en esta dependencia el zócalo de azulejos realizado por el maestro local Juan Oliver Míguez entre los años 1940-50. Seguidamente está la capilla de la Virgen de los Dolores, construida en 1.965. Preside esta la imagen de María Santísima de los Dolores, obra tallada en el siglo XVIII y reformada a finales del XIX para poder procesionar; esta citada imagen, junto con las citadas de la Inmaculada y Jesús del Gran Poder, son la titulares de la Hermandad que se ubica en el edificio: “PONTIFICIA, REAL E ILUSTRE HERMANDAD SACRAMENTAL DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN Y COFRADÍA DE NAZARENOS DE LA SANTÍSIMA VERA CRUZ Y SANGRE DE JESUCRISTO, NUESTRO PADRE JESÚS DEL GRAN PODER Y MARÍA SANTÍSIMA DE LOS DOLORES”.
      Al salir de esta capilla y siguiendo por la nave derecha de la nave central, encontramos un retablo donde vemos la Imagen de San Juan del Prado, del siglo XVII y las de Santa Marta y el Corazón de María. Un poco más adelante hay una repisa tallada y dorada que cobija una escultura del siglo XVII de San Antonio de Padua. La última capilla, muy cerca de la puerta del templo, es la Bautismal, en cuyo centro se ubica una Pila de Bautismo de mármol blanco.
     Debemos destacar la magnífica colección de pinturas, oleos sobre lienzo, que se reparten por los muros del templo, la mayoría de estos procedentes del desaparecido convento de Nuestra Señora de la O de Castilleja de la Cuesta, en especial los cuatro pintados por el maestro Juan de Roela a comienzos del siglo XVII. 

domingo, 20 de marzo de 2011

Cine Ramos

Cine Ramos

Se trata del primer cine que se instaló en Castilleja, su propietario era un señor del pueblo vecino de Gines, apellidado Gómez, que se asoció con Luis Rodríguez, estaba en la calle Real en el llamado “Corral del Polaco” cuyo solar ocupaba lo que hoy es Caja Madrid, la joyería de enfrente y la calle Álvarez Quintero .
El cine no era grande, solo tenía 150 localidades y el precio de las entradas era de 40 céntimos de pesetas, por aquellos tiempos 4 perras gordas, las películas que por aquel entonces se proyectaban eran en blanco y negro, también se daban espectáculos de cante, por allí pasaron Pepe Pinto, Niño Marchena, etc.
El cine estuvo en funcionamiento poco más de dos años, pues a principio de los años 40   abrió el “Niño la Chacha” otro cine  y Gómez trasladó este a Gines, en el solar que dejó el cine la Hermandad de la calle Real hacía su verbena.

Cine Salón Castilleja

Cine Salón Castilleja

José Polvillo Oliver, José Pinini y Antonio Ruiz se asociaron para el montaje y explotación del cine Salón Castilleja. Corrían los años 40 cuando en la calle Pedro Parias (actualmente calle Príncipe de Asturias) acordaron montar el cine llamado Salón Castilleja, popularmente fue sobrenombrado como el “cine de las cabras”, pues estaba junto a un corral donde se criaban estos animalitos y en más de una ocasión durante la proyección de la película se escuchaba el jaleo que formaban. Como buen cine que se preciara tenía su ambigú que lo llevaba la hermana de José Polvillo, Francisca, y allí vendía junto a las chucherías y bebidas unos riquísimos helados de fabricación propia.
El cine tenía 800 sillas, el telón era de ladrillos enlucidos y encalados, sus dimensiones eran 4 metros de alto por 10 de ancho con un escenario delante que se utilizaba cuando se daban los espectáculos en directo, cante, baile o teatro. El precio de la entrada era de 60 céntimos de pesetas, 6 gordas como se decía en aquellos tiempos. En 1955 cerró sus puertas al público.

sábado, 19 de marzo de 2011

Terraza Cinema

Terraza Cinema

Este cine era propiedad de Francisco Bernal Oliver y su esposa María José Macias de los Santos, se inauguró en julio de 1956.
Era un cine muy agradable, su aforo era de 1.500 localidades con una gran pantalla de obra que a causa de un gran temporal se cayó siendo repuesto rápidamente. El ambigú era atendido por dos parientes del propietario, éste a su vez se encargaba de la organización y de la proyección de la película, la entrada costaba alrededor de 5 pesetas.
Junto al cine había unos olivos que servían de tribuna para los chiquillos que no tenían las pesetillas para la entrada y de esta forma veían la película.
En el año 1964 debido a que el negocio aflojó bastante su propietario decidió no abrirlo pero sin darle la baja quedando a la expectativa de la actuación del otro cine, el Inés Rosales, y en 1967 desapareció definitivamente ya que fue expropiado por Obras Públicas para la construcción de la autovía de Huelva.





Las Jornaditas

Presentación de diapositivas de las ocho escenas que se representan en las Jornaditas cada año en la parroquia de Santiago Apóstol llevadas a cabo por la Hermandad de la Soledad y que tanto arraigo tienen en Castilleja y sus alrededores.


viernes, 18 de marzo de 2011

Cine de verano


Cine de verano Inés Rosales

Corría el año 1944 cuando se inauguró el cine de verano INES ROSALES, situado en la calle Majón (actual Jesús del Gran Poder), frente a la Peña Bética, su propietario era Francisco Adorna que era conocido como el Niño Inés, tenía una capacidad de 1.200 localidades, su pantalla era un gran lienzo de tela que diariamente se recogía enrollándose sobre el palo que tenía en la parte baja que a su vez servía de tensor, las películas se traían todos los días desde Sevilla y al no disponerse de los medios que actualmente tenemos para la difusión de la programación tanto en el pueblo como en los de los alrededores el sistema empleado era el de hacer un cartel a estilo pancarta y lo paseaba algún chiquillo con la compensación de la entrada gratis en el cine.
La entrada tenía un precio de 2 pesetas siendo el programa, un cortometraje de dibujos animados, generalmente Aventuras de Tom y Jerry, que se les llamaban “los periquitos”, el noticiario NO-DO (de obligada proyección) y la película.
Al fondo del cine había un mostrador, lo que se llamaba ambigú que en algunos cines se anunciaba como “selecta nevería”, en el que se vendían refrescos, cervezas, algo de comer y sobretodo chucherías, en particular pipas.
Con la llegada del cinemascope el telón fue cambiado por uno de obra.

jueves, 17 de marzo de 2011

Inicio del fútbol en Castilleja de la Cuesta


El primer campo de fútbol que tuvo Castilleja de le Cuesta se llamó San Miguel, estaba ubicado en los terrenos de D. Miguel de los Reyes (Miguelón) donde hoy está el puente del Faro.
El segundo campo de fútbol se llamo Bellavista y se instaló el los terrenos llamado El Valero situado a las espaldas del que hoy es Centro Comercial Aire-Sur.
El tercero y por ahora actual, se  llamó Campo Municipal de Deportes, sito en Camino de Solís s/n. Posteriormente y a petición de la Junta Directiva al Ayuntamiento se le solicitó el nombre de D. Antonio Almendro para este campo detalle con el que se le quería agradecer su más de media vida dedicada a este club, siendo el responsable de todo el material deportivo de todos los escalafones. Y todo esto sin ningún ánimo de lucro, siendo todo este tiempo el utillero del club, dicho Ayuntamiento accedió a la petición del club y desde el año 2007 y hasta la fecha lleva el nombre de Campo Municipal Antonio Almendro.
Este club en el año 2004 cumplió las bodas de platino o sea 75 años y que cumpla muchos más.
El club de fútbol se fundó en el año 1929 siendo su primer presidente D. Bartolomé Rodríguez.
Su presidente actual se llama D. Francisco Cidoncha.

martes, 15 de marzo de 2011

Hacienda de San Ygnacio

Hacienda de San Ygnacio

Hacienda San Ygnacio
Hacienda del siglo XVIII que perteneció a la Compañía de Jesús, de ahí su nombre, y era el Cuartel General Alimenticio de la Compañía, pasando a manos particulares durante el reinado de Carlos III por la desamortización de Mendizábal. Situada final de la calle Real, era una hacienda de gran extensión, hacia lindes con Gines, Bormujos y llegaba hasta la hacienda de la Sagrada Familia, tenía viñedos, olivares y propio lagar y almazara. Se accede a la finca por una portada con dos pilastras con cornisa y un remate curvilíneo con cinco pinaculillos de cerámica con un mural de azulejos del santo que da nombre a la hacienda, a la derecha quedaba el señorío que se convirtió en hotel en nuestros días y a la izquierda estaba la vivienda del capataz, actualmente residencia de los dueños, en el segundo patio estaban las dependencias de labores agrícolas y al fondo se encontraba un huerto que en la actualidad hay edificada una nueva barriada.

Hacienda Santa Bárbara

Hacienda Santa Bárbara

Hacienda Santa Bárbara
Está enclavada en la calle Príncipe de Asturias, en una pequeña plaza triangular que lleva el nombre de Encarnación Cansino en honor a una sus antiguas propietarias, es la más pequeña de las existentes en la actualidad, tiene una portada con un balcón y esta rematad con una torre con cinco pináculos almenados, a la izquierda había un molino y en el interior un patio con un pozo y una galería porticada que fue tapiada para formar parte de la vivienda. La fachada principal hacia un callejón por el se dice que transitaba algún vandalismo lo que se evitó con una casa que se adosó desapareciendo el citado callejón. Entre finales del siglo XIX y mediados del XX se hicieron importantes obras y reformas, después quedó en abandono desapareciendo casi todo a excepción de la casa señorial; su dedicación principal era la de producción de aceite, si bien, a parte del molino, tenía también lagar y bodega, entre sus paredes, en tiempo de la Guerra Civil, se ocultaron las imágenes de la Inmaculada y del Señor del Gran Poder.
En 1991 paso a pertenecer al Ayuntamiento de Castilleja de la Cuesta que llevó a cabo diversas restauraciones a través de las Escuelas-Taller, primero de Medio Ambiente y luego las de Santa Bárbara, que tiene su sede en esta Hacienda, también está ubicado aquí el Centro Guadalinfo que se encarga de hacer llegar las nuevas tecnologías al pueblo en general.

Palacio de Hernán Cortés

Palacio Hernán Cortés
Edificio del siglo XVI, de propiedad del jurado hispalense don Juan Rodríguez del que apenas quedan vestigios, ya que ha sufrido muchas modificaciones. Perteneció como palacio a mediados del XIX, año 1855, a los Duques de Montpensier quienes realizaron importantes obras de reforma y ampliación, y el embellecimiento en el interior del mismo creando sus actuales jardines. A primera vista el palacio, de estilo neo mudéjar, parece una fortaleza a juzgar por sus recios muros de ladrillos y guarnecidos con almenas.
Placa recordatoria de la muerte
de Hernán Cortes
Aquí pasó sus últimos años de vida, en algunas dependencias recientemente restauradas Hernán Cortés quién redactó uno de sus testamentos en 1.547. Una lápida ante la puerta que da acceso a las habitaciones que ocupó, da cuenta del histórico hecho: “Aquí  murió el gran conquistador de Méjico en 1.547”. Abandonada y en ruinas, esta mansión fue adquirida, restaurada y ampliada en 1.855 por los duques de Montpensier, Don Antonio de Orleáns y Doña Luisa Fernanda de Borbón, que establecidos en el Palacio de San Telmo de Sevilla, tuvieron aquí su palacete de primavera y verano. Este palacio se  lo entregó a su hija, Doña María de las Mercedes de Orleáns, como dote cuando se casó con su primo el rey Don Alfonso XII.
De ahí que la casa pasara a ser patrimonio real. Sin embargo la reina muere a los cinco meses de casada y el Rey nunca volvió por estos lugares, dejando posteriormente este palacio a su hija mayor la Princesa de Asturias.
Documentalmente se tienen recogidas las visitas al regio palacio en dos ocasiones de su alteza real Doña Isabel II, así como las de su hijo Don Alfonso XII, y la fallecida Doña María de las Mercedes, madre de nuestro rey Don Juan Carlos I.

En 1889, llevaba ya mucho tiempo el palacio en abandono encontrándose en un estado muy lamentable M. Stanislauss, de las Religiosas del I.B.V.M. (conocidas como las Madres Irlandesas), se entera por la Marquesa del Mérito que sería posible adquirirlo, aunque fue un tanto complicado pues pertenecía a la Princesa de Asturias que al ser menor no se podía vender hasta llegar a su mayoría de edad o emancipación por matrimonio, por lo que les fue cedido en alquiler tras negociaciones con la Reina Regente Doña María Cristina, quedó inaugurado como Colegio del I.B.V.M. el 29 de septiembre de 1889, desde cuando vienen ejerciendo una encomiable labor en la enseñanza y ayuda al pueblo de Castilleja.

lunes, 14 de marzo de 2011

Las Jornaditas en la Parroquia de Santiago Apóstol

El origen de este culto, llamado la Jornadita proviene de los Belenes o nacimientos que se hicieron por primera vez en Italia.

Empezaron a hacerse, según la costumbre  de los frailes franciscanos sobre el principio del renacimiento italiano, allá por el siglo XIV ó XV, y fueron los encargados de esparcir esta costumbre por toda Europa. Cabe mencionar, por su gran valor artístico y por su  fama, los nacimientos  genoveses, florentinos  y napolitanos, nacimientos que han quedado para la posterioridad en las pinturas renacentistas.

En España, y  muy especialmente en Andalucía tuvo mucho arraigo popular el culto de las Jornadita,  debido al carácter  profundamente religioso  del pueblo andaluz.

Hacia mediados del siglo XVII  tuvo un enorme auge el culto de la Jornadita y eso lo facilitó, en gran medida, la cantidad de imágenes que se tallaban de tamaño natural, y por su construcción de candelero, es decir, imágenes hechas para vestir con ropas.

Hoy en día, las Jornaditas han sido rescatadas un poco del olvido en que se encontraban por asociaciones de Belenistas y por algunas Parroquias y Conventos que las han vuelto a restituir.

Esta tradición o costumbre, afortunadamente en Castilleja de la Cuesta, y muy especialmente en la Parroquia de Santiago, nunca se perdió, y desde 1670, primera fecha que se tiene conocimiento de su realización, nunca se ha perdido hasta nuestros días.

Se tiene noticia de cómo era el culto de la Jornadita por un libro que especificaba cada día, el pasaje que se leía por el sacerdote, y refería el episodio de la jornada o caminata que hacía la Virgen María y su esposo San José desde Nazaret, lugar donde vivían, hasta Belén, el pueblo al que tenían que ir para empadronarse. Este libro se ha perdido, al igual que otro libro que hacía alusión a éste primero. Era una verdadera joya y muy querido por su actual dueña, ya que lo ha tenido en poder hasta hace muy poco tiempo  y era una herencia de sus antepasados. Este primer libro se titulaba "Librito de la Jornadita", el cual se hizo en la Parroquia de Santiago y estaba editado en Ronda en el año 1856, en la imprenta de Gutiérrez, calle Nueva,.

Aunque actualmente el culto de la Jornadita es de una novena, ya que empieza el 16 de Diciembre y termina el 24, con el Nacimiento del Niño de Dios, anteriormente era de diez días porque el primero era de preparación del culto y se representaba el pasaje de la Anunciación.

Los Villancicos que se cantaban en estas antiguas Jornaditas eran muy bonitos y diferentes ya que cada Jornada tenía letras alusivas a ese momento, llenas de ternura y entonados con gran amor, como el caso en el que se relata el primer día "Caminan para Belén los dos amantes del cielo, siendo María el Sagrario donde se encierra el Cordero".

En el caso de la Jornadita de la parroquia de Santiago, son siempre cantados por el Coro de mujeres, nunca por hombres, y nos dan un gran ejemplo de sencillez y constancia con que están manteniendo esta hermosa traición.

El porqué de cómo se representaban estos pasajes o jornadas, tiene que ver un poco con las obras de teatro que se representaban a finales de la Edad Media, fragmentos que se han conservados en la obra "Auto de los Reyes Magos" traspasando esas representaciones a los belenes o nacimientos normales.

En este caso concreto de la Jornadita de la Plaza, son sólo dos actores de esta hermosa representación, como son, la Virgen de la Soledad y San José, lo demás apenas tiene importancia, es sólo un mero decorado que cambia día a día de lugar o posición y que no deslumbra para nada la hermosura de las dos imágenes.

Esta tradición no sólo se quedó en Castilleja, sino en muchos lugares de Andalucía, y también se propagó por tierras de la América Hispánica como relatan los frailes franciscanos que la llevaron al Nuevo Mundo.

Y para terminar este pequeño homenaje a una tradición, baste citar una frase del poeta Luis Rosales:"la tradición renueva y no repite, y continuidad, como todos sabemos, repite y no renueva. La tradición es vivificante".


Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol

Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol

La Parroquia de Santiago Apóstol cuyos orígenes se remontan al siglo XIII es de planta rectangular, llamado de salón con la nave principal con cubierta de crucero y dos laterales a un agua. Como figura en una lápida que hay en la nave de la Epístola esta iglesia fue derribada por su estado ruinoso y reedificada ampliándola en 1883 costeada por Doña Nicolasa del Campo, Marquesa del Loreto en memoria de su esposo Don Pablo Capetillo.

La torre es musulmana hasta el cuerpo de campana que data del siglo XIII y que fue cristianizada con la construcción de éste, en su interior se puede contemplar su origen con unas escaleras angostas que conducen hasta el campanario.
Se puede observar que está construida con ladrillos de gran tamaño, los techos de los tramos de escaleras son bóveda, las escaleras son igualmente de ladrillos muy estrechas dadas las dimensiones de la torre. Es una construcción que guarda mucha similitud  con la de la Giralda de Sevilla de igual procedencia.

La decoración pictórica actual de la cubierta de la nave central es realizada al fresco por el pintor local Juan Oliver Míguez, se pueden observar distintos estilos todos con una gran cantidad de hermosos detalles también se debe a Juan Oliver la azulejería que hay en la iglesia y la Capilla Sacramental.

Tiene capilla bautismal en la que hay una pila bautismal de barro vidriado verde con gran riqueza en su ornamentación, esta fechada en el 1502, siendo ésta una de las tres que existen en España, las otras se encuentran en Palencia y Las Palmas de Gran Canarias. Esta capilla está presidida por un crucificado de tamaño académico del siglo XVI.

En esta iglesia hay imágenes de gran calidad artística y belleza. Estas son procedentes del  Convento de la O de la Orden de San Francisco, se puede ubicar en la actual calle Convento, esta es la procedencia del nombre de la calle, frente a lo que hoy es el Ayuntamiento.
En la nave del Evangelio está la Virgen de la O, es una talla del siglo XVII de Francisco de Ocampo y la policromía es de Pacheco, representa a la Inmaculada en posición arrodillada con la particularidad de que está embarazada y en su vientre hay un hueco donde esta alojado un Niño Jesús.
Esta imagen la encargó y donó al Convento la hija del Conde Duque de Olivares por una promesa que hizo por los problemas que tuvo en su embarazo.
Junto al altar de la Virgen de la O se encuentra una Inmaculada, siglo XVII que se atribuye a los talleres de Alonso Cano.
En la Capilla Sacramental están San Pedro de Guzmán y San Pedro Nolasco ambas del siglo XVII; en la cabecera de la nave del Evangelio se sitúa la capilla del Señor de los Remedios obra del año 1705 de Marcelino Roldán, esta imagen tenía los brazos articulados y era la imagen con la que representaban el Sermón del Descendimiento ya esto se dejó de celebrar y al Señor se le fijaron los brazos evitando con esto movimientos que podían dañar la imagen al procesionar en la Urna.

A la cabecera de la Urna hay un grupo escultórico  compuesto por María Magdalena, s. XVII, San Juan Evangelista, s. XVIII, atribuida a Hita del Castillo y una Virgen Dolorosa, s. XVIII, que está muy reformada ya que era una talla de busto a la que se le puso candelero para poder procesionar en el paso del Duelo que salía detrás de la Urna hasta que este paso se reemplazó por el de palio.

En la nave de la Epístola hay una imagen de San Francisco de Asís del siglo XVII que sostiene en una mano una cruz de plata y en la otra un guión también de plata en el que está el escudo franciscano.
Al final de la nave del Evangelio hay dos puertas una conduce a la cripta donde están los enterramientos de la Marquesa de Loreto y su esposo, hoy no visitable, y la otra es la escalera que conduce al coro donde hay un órgano (s. XVIII) y a ambos lados los escudos de armas del Conde Duque de Olivares y el de la Orden de Alcántara.

En la nave de la Epístola hay un cuadro de la Virgen del Rocío y es el boceto que hizo Juan Oliver del retablo cerámico que hizo para el Ayuntamiento donde está colocado.


sábado, 12 de marzo de 2011

Hacienda de la Sagrada Familia

Hacienda de la Sagrada Familia
Esta es la única que queda es esta calle de las dos que había, es de arquitectura neoclásica de los siglos XVIII y XIX, fue reconstruida en 1840 según consta en una lápida, pertenecía al marqués de la Reunión de la Nueva España que la recibió como regalo de boda por parte de su padre.
La hacienda tiene una sencilla puerta de entrada adintelada que da paso a un patio de labor, tiene a la izquierda el caserío y al fondo del patio hay un molino aceitero con torre de tres cuerpos rectangulares, en la trasera hay un jardín con una fuente rodeada de bancos de cerámica y un huerto. En la actualidad y debido a un convenio urbanístico fue cedida la hacienda y sus jardines al pueblo de Castilleja de la Cuesta por la familia Guajardo-Fajardo, herederos de los marqueses de la Reunión de la Nueva España en 1986, como consta en el azulejo que hay en la entrada del caserío.  Hoy es la Casa de Cultura y el molino la Biblioteca Municipal. 

Las Haciendas de Viña y Olivar

Se puede afirmar que el origen de Castilleja de la Cuesta vino dado por la instauración dentro de su término de las denominadas Villas Romanas, durante su ocupación por el Imperio romano, junto a las que se fueron adosando humildes viviendas propiedad de los labriegos que las cultivaban. Dichas Villas fueron transformadas durante la invasión  musulmana en Alquerías, para finalmente ser transformadas en heredades tras el período de la reconquista, siendo denominadas poco después como haciendas. Estas propiedades se convertirán durante siglos en el verdadero eje de la vida económica y social de la Villa de Castilleja, de hecho, durante los siglos XVII y XVIII se llegaron a contabilizar hasta doce de estas. Por su importancia económica, recordar que se llegarían a exportaron productos (vinos, aceites y aguardientes) a diversos puntos de la América Hispana, Europa y el norte de África.
En la actualidad tan solo se conservan cuatro de estas haciendas, estando consideradas, junto a los templos parroquiales y la ermita de Guía, como los edificios de mayor interés arquitectónico y patrimonial de la Villa: la Sagrada Familia, convertida desde hace años en Casa de la Cultura de la localidad, la de Santa Bárbara, reformada como Agencia de Desarrollo Local, la de San Ignacio reconvertida en Hotel, y la de San José, actual palacio residencial de la familia Salinas; quedan algunos restos de otra desaparecida, la llamada de San Rafael, de la que solo se conservan algunas arcadas de sus atarazanas.

jueves, 3 de marzo de 2011

Bienvenida a nuestros seguidores

Este blog nace con el único deseo de dar a conocer Castilleja de la Cuesta, sus tradiciones antiguas que están en desuso u olvidadas, su patrimonio, sus costumbres, sus leyendas o historias y sus gentes.

Está creado en el seno del Centro Guadalinfo, con la supervisión y apoyo de su dinamizadora, Marina Nuñez, creadora de la idea y con un grupo de usuarios, antiguos alumnos de cursos realizados en este Centro, se han comprometido ha divulgar en la red de redes las excelencias de Castilleja de la Cuesta, que las tiene evidentemente.